Después de que me liberé de las cadenas de mi armario por segunda vez, mi incursión en la cultura gay, como muchos otros gays, estuvo llena de aprender un montón de vocabulario, y el hecho de que la mayor parte de este vocabulario existe para definir la postura sexual y la preferencia no es un secreto. Aunque nunca usé Grindr, aplicaciones como Tinder todavía tenían montones de hombres que me preguntaban "¿activo o pasivo?" en su segundo mensaje. (El primero solía ser "que mas?" o "hola"). Inicialmente, ni siquiera sabía lo que prefería. Nunca había estado con otro hombre y de ninguna manera podía saber qué prefería, así que siempre respondía "lo que fuera", lo que, para mi consternación, aumentaba mi propia confusión.
Recuerdo esta vez cuando pensé que estaba saliendo con un chico solo para "pasar el rato" y en realidad me refería a disfrutar de la compañía del otro. Mi ingenuidad fue mucho mas que la de un niño pequeño. Para resumir, no pude asistir a dicha cita y recibí mensajes de texto mordaces sobre lo grosero que fui porque él se había duchado, se había preparado y de acuerdo a él lo dejé colgado. Para ser muy claro, no esperaba sexo, ni dije algo al respecto mientras nos comunicábamos. Solo quería amigos con los que pudiera conectarme acerca de esa parte liberada de mí, pero la expectativa de mí era que tenía que tener sexo porque era amigable. Punto.
Hasta el día de hoy, la narrativa de que debo ser un pasivo y que lo que hago en los confines del dormitorio me sigue a todas partes. Quiero decir, tengo algunas conjeturas sobre por qué, pero son las razones detrás de eso que son tan decepcionantes.
"Es porque eres pequeño".
"Oh, cariño, debes amar cuando un macho te ata"
"Cariño, no te ofendas, no te veo culeando a nadie."
Ser reducido al papel que se supone que asumo en el dormitorio es lo más irónico e hipócrita que he enfrentado de la cultura gay. Pasamos por todo este proceso para tener el coraje de decir "que se jodan" a la caja en la que la sociedad está tratando de meternos, solo para que nuestra comunidad vuelva a hacerlo por nosotros a su manera.
Traducciones:
"Pero claro que esta bailando como una chica mientras alzas pesas. ¿Cómo lo soportas?"
"No podrías ser activo porque eres un pasivo."
"Dan, te quiero mucho, de verdad, pero no te veo siendo activo con nadie."
Lo entiendo. Todos jugamos el juego porque cuando llegamos a esta cultura como "bebés", eso es lo que hacen todos los demás. Así que en poco tiempo nos cansamos y jugamos el juego y el círculo vicioso continúa y crece. Sin embargo, detesto admitir que eso es todo lo que soy. Un power top, power bottom, versátil, twink, twunk, otter, bear, hunk, etc. son todos adjetivos destinados a objetivarnos y oye, si estás de acuerdo, continúa asignándote esos adjetivos y empodérate con tu propia sexualidad. Estoy contigo. Simplemente no dirijas esa energía a nadie más.
Nuestra comunidad merece recordar que no es de nuestra incumbencia cuál es el papel de otra persona en el dormitorio (a menos que te comprometas directamente con ellos para ese propósito) o que objetivar públicamente a alguien por lo que es, cómo se viste, cómo elige hacerlo, expresarse, etc. no está bien. No todas las personas a las que objetivas quieren ser objetivadas. No nos debemos el uno al otro nuestro cuerpo, nuestra mente o nuestra privacidad para pertenecer. Podemos ser auténticamente.
Además, creo que la pesada objetivación a la que nos sometemos es el terreno fértil para que los comportamientos tóxicos se reproduzcan o persistan. Cosas como el estándar de belleza blanca, la transfobia y "Masc 4 masc" (femmefobia) son cosas que continúan plagando parte de la narrativa sobre cuán "gay" puede ser alguien para ser considerado "atractivo".
Nuestra comunidad es tan diversa y tan llena de individuos únicos que he conocido a reinas que bailan con tacones altos que aman un papel activo y chicos que parecen jugadores de rugby a los que les encanta asumir un papel sumiso. Entonces, es hora de dejar de llevar los ideales heterosexuales del sexo a nuestras propias habitaciones y simplemente disfrutar de nosotros mismos y de los demás por lo que somos.
Entonces, ¿quién soy yo, activo o pasivo? Yo soy lo inesperado. Soy un sexsomne que se mete demasiado en sus sentimientos y ama los momentos románticos y tiene el asombroso placer de ser diferente y disfrutar esa parte de su vida. Soy ese amigo ruidoso que tiene energía femenina y masculina dentro de él. ¿Eso me hace versátil? No. Eso me convierte en yo. Y es maravilloso, porque es solo asunto mío.
No dejes que nadie te defina o te reduzca a solo una pequeña parte de lo que eres. Eres demasiado grandioso/a para eso. Los miembros de la realeza mantienen la compostura, son respetados porque son respetuosos y orgullosos de quién son. (Aunque hacen lo que se les da la p*ta gana a puerta cerrada 😉)
Con amor,
Little King Dan
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